Hmmm, ¡qué delicia!
Hacía mucho tiempo que no preparaba unos tamales y por fin me decidí.
Para quienes no los conocen, se trata de una masa a base de harina de maiz acompañada por diferentes carnes y otros ingredientes que le aportan ese saborcito criollo y que en mi caso me transporta a mi niñez...
Es una comida bastante sana, ya que su cocción se realiza al vapor, envuelta en hojas de plátano, previamente tratadas, que le aportan un sabor, aroma y presencia muy especiales.
Se porcionan todos los ingredientes de manera equitativa entre todos los tamales, para que cada comensal se los vaya encontrando e individualizando los sabores uno a uno...
Se arman "paquetitos" con las hojas de plátano que se atan con "una piola o una cabuya".
Se cocinan en agua hirviendo durante unas dos horas, manteniendo el calor hasta que se abren en la mesa.
Una vez abierto, se acompaña el tamal con ají pique: una salsita picante que le aporta un toque muy especial...
En Colombia se comen en cualquier época del año, aunque a mi me parecen realmente ideales en estos días de tanto frío.
En esta ocasión los compartimos con unos amigos asturianos a quienes les gustaron mucho.
tiene muy buena pinta!
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