Este es un legado familiar muy apreciado, y es que que son realmente deliciosas.
Ya desde su preparación se inunda la cocina con ese aroma tan especial de las avellanas tostadas que dan una impronta de celebración.
Cuando se prepara esta receta en casa, es como el preludio de las cercanas Fiestas Navideñas.
¡Gracias a mis padres que las aprendieron a hacer y que a su vez me las enseñaron!
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